viernes, 17 de julio de 2009

La afiliación al sistema de seguridad social en salud: reflejo de la pobreza en Colombia.

A propósito de una afirmación reciente del presidente de la ANDI, Luis Carlos Villegas, sobre los avances en la cobertura del sistema de salud en Colombia, vale decir que los resultados de la Encuesta de Calidad de Vida llevada a cabo por el DANE en 2008, ponen en evidencia una vez más la deslaboralizacion de la población y los niveles de pobreza en el país.

Si bien la cobertura en 2008, se incrementó en 24,4 puntos porcentuales con respecto al 2003, el incremento es fundamentalmente a expensas del régimen subsidiado, o sea, a costa de población pobre y vulnerable, sin capacidad de pago.

http://www.dane.gov.co/files/investigaciones/condiciones_vida/calidad_vida/Boletin_Prensa_ECV_2008.pdf

Mientras se incrementa el porcentaje de la población afiliada al régimen subsidiado, disminuye la afiliada al contributivo, producto del crecimiento del desempleo y de la inestabilidad laboral en el país.

De otro lado, es conveniente tener en cuenta que el Plan Obligatorio de Salud-POS (beneficios que reciben los afiliados al sistema general de seguridad social en salud) del régimen subsidiado esta bastante lejos del POS del régimen contributivo, producto de las diferencias entre la Unidad de Pago por Capitación (UPC) de cada uno de los regímenes. Para 2009 la UPC del Régimen Subsidiado corresponde al 57.3% de la del Contributivo, la cual es de $467.078.

La situación anterior convierte todavía en un sueño lo que consideró en su articulo 157 la ley 100 de 1993: “…A partir del año 2000, todo colombiano deberá estar vinculado al Sistema a través de los regímenes contributivo o subsidiado, en donde progresivamente se unificarán los planes de salud para que todos los habitantes del territorio nacional reciban el Plan Obligatorio de Salud…”.

martes, 14 de julio de 2009

Vacunación, exclusión y emprendimiento.

La denuncia que hace la directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, sobre la inequidad en el acceso a la vacuna contra el virus AH1N1, es válida para otros bienes de la humanidad, tales como el agua y los alimentos; para no mencionar a la vivienda, el empleo, la educación, y un gran etcétera. Es esta actitud excluyente del hombre post-moderno la que amplia cada vez mas la brecha entre ricos y pobres.

En un mundo excluyente como el actual, es imposible el desarrollo humano, entendido no solo como la posibilidad de satisfacer las necesidades básicas, sino como la de alcanzar un mínimo de confort, que le permita al hombre vivir con dignidad.

El medico salubrista colombiano Héctor Abad Gómez, dijo en un momento: “Consideramos a todo ser humano vivo, como el máximo valor sobre la tierra. La conservación de su vida, pero no de una vida cualquiera, sino de la mejor vida posible para él, es la EMPRESA más importante a la que una sociedad debe dedicarse”.

Por ello el emprendimiento del que tanto se habla hoy, no tendría sentido si no está orientado a mejorar la calidad de vida de la humanidad. No puede ser que tengamos nuevos ricos producto de “una nueva escuela de jóvenes emprendedores”, que se dediquen al enriquecimiento individual sin un mínimo de compromiso con la construcción de una sociedad inclusiva, de un mundo con oportunidades para todos y todas.

viernes, 10 de julio de 2009

La Desnutrición: un problema estructural en Colombia.

La muerte por desnutrición entre la población infantil indígena del norte del país, es apenas la punta del iceberg de un gran mal, ya que el hambre es un problema estructural en el país, al punto que en estudio llevado a cabo por UNICEF, se encontró que en Colombia fallecen anualmente alrededor de 5000 niños por desnutrición, tal como fue divulgado por la entidad en el pasado mes de mayo.

Ya en el 2005, la Encuesta Nacional de la Situación Nutricional en Colombia, ENSIN, había arrojado que el 58,2% de los hogares rurales presentan inseguridad alimentaria; en el área urbana, la inseguridad es del 36.5%. En la población que pertenece al SISBEN 1 es del 59.4%; y 42,3% para quienes pertenecen al SISBEN 2. En el Área Metropolitana de Barranquilla, la inseguridad alimentaria, de acuerdo a la encuesta alcanzó un 37.9% de hogares con inseguridad alimentaria.

Es absolutamente claro que la inseguridad alimentaria está asociada fundamentalmente a los niveles de ingresos de las familias, por tanto la parte a mejorar, es la economía de las familias colombianas.

De nada vale la construcción de hospitales y centros de atención de la enfermedad, si no se atacan los determinantes sociales de la salud, que están bastante estudiados por los organismos de salud a nivel internacional.