Dieciséis años después de la
muerte de don Marcos Pérez Caicedo, tenemos que reconocer que “Pindanga” sigue
rondando a Barranquilla; así lo demuestra el “enorme silencio que se ha
escuchado” en la ciudad toda la mañana, como producto de la movilización de los
comerciantes agremiados en UNDECO, que hoy decidieron cerrar sus negocios y salir a la calle a decir
NO A LA EXTORSION.
Las calles de la ciudad han
estado solitarias, silenciosas, como un martes de carnaval a las 10 de la
mañana. Hoy fue la fiesta del silencio la que se sintió en la capital del
Atlántico.
Y es que mientras “Pindanga”
(corrupción, pobreza, caos en la movilización, inseguridad, entre otros males),
siga rondando la ciudad, eso del REMANSO DE PAZ no dejará de ser sino física
retórica.
Parece que don Marcos seguirá riendo y con sus labios cuarteados, con tantas promesas de los dirigentes de la ciudad.
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