domingo, 30 de octubre de 2016

Lúdica y educación en salud en Puerto Colombia

- Estudiantes de la Universidad Simón Bolívar desarrollan actividad educativa en salud apoyados en la lúdica.
- Participaron más de 200 personas de los barrios Altos de Cupino, Nuevo Horizonte y Vista Mar.


La Universidad Simón Bolívar llevó a cabo este 29 de octubre, jornada de educación en salud con familias de los barrios Altos de Cupino, Nuevo Horizonte y Vista Mar, del municipio de Puerto Colombia, donde se utilizó la lúdica como herramienta pedagógica.
La jornada se realizó dentro del marco del proyecto de extensión de la Universidad denominado "Intervención Comunitaria para el Fortalecimiento de la Estrategia Atención Primaria en Salud" y fue organizada por docentes y estudiantes de los programas de ciencias de la salud, tales como Medicina, Enfermería, Fisioterapia, e Instrumentación Quirúrgica, y otros programas como Microbiología, Sicología y Trabajo Social.



Más de setenta estudiantes y cerca de una decena de profesores estuvieron al frente de la jornada, a la cual asistieron más de 200 personas de los barrios ya mencionados. Se realizaron actividades con cuatro grupos, de acuerdo a la edad: primera infancia, escolares y adolescentes, adultos jóvenes y adultos mayores de 45 años.


Mediante juegos, dramatizados, concursos y pequeñas charlas, se hizo educación en salud. El fomento de la actividad física, dieta y hábitos saludables, se hizo mediante la organización de rumbaterapia, suministro de merienda saludable, demostración de lavado de manos y cepillado de dientes. A través de dramatizados se analizó la violencia familiar y la forma de prevenirla y controlarla.





El evento contó con el apoyo de la Alcaldía de Puerto Colombia a través de la Secretaria de Salud y la E.S.E. Hospital de Puerto Colombia, la Defensa Civil del municipio, organizaciones comunitarias como Barrio Foto del barrio Nuevo Horzonte y de los líderes de los barrios que participaron de la jornada.

domingo, 24 de julio de 2016

Mortalidad infantil en Barranquilla: supera la media nacional


Mortalidad infantil en Barranquilla y las principales capitales de Colombia
2007-2014
Fuente: DANE

Fuente; DANE

La mortalidad infantil se considera uno de los indicadores clave para medir la situación de salud de un territorio. En este indicador se sintetizan las condiciones socio-económicas y culturales de una población , así como también se mide la eficiencia y eficacia de los servicios de salud.


De una ciudad como Barranquilla, que es considerada por las autoridades nacionales como ejemplo de modelo de atención en salud, se esperaría que tuviera una de las tasas de mortalidad infantil más bajas del país, sino la más baja. Sin embargo, cuando se hacen los cálculos del indicador en la ciudad, los resultados muestran que en los últimos ocho años, la mortalidad infantil es más alta que en las principales capitales del país (Bogotá, Cali y Medellín), y además, se encuentra por encima de la media nacional.


¿Qué está pasando entonces con el modelo de atención de salud puesto en marcha en la ciudad, que se fundamentó en la liquidación y reorganización de la red pública hospitalaria?


Ese es un interrogante que deben resolver las autoridades locales. Lo cierto es que la ciudad tiene niveles de pobreza muy por encima de los registrados en la capital del país, Cali y Medellín. Por tanto, las intervenciones del gobierno deben apuntar a mejorar la calidad de vida de la población, ya que existe suficiente evidencia científica entre la asociación de la pobreza y la mortalidad infantil.

domingo, 14 de febrero de 2016

De vuelta al médico de cabecera


El médico en antaño era una figura muy considerada por la sociedad. La población tenía gran fe en los galenos y depositaba toda su confianza en ellos. Seguía a pie juntillas lo que le recomendaba y se sentía un tanto incómodo cuando volvía a verlo y no había seguido sus instrucciones.

No solo le contaba sobre los malestares que le aquejaban, sino que le confiaba asuntos de su vida familiar. Las mujeres, quienes generalmente han liderado el cuidado de la salud de la familia, le hablaban al médico de cómo eran sus relaciones conyugales y cómo se comportaban los niños. En muchas ocasiones el médico terminaba siendo su compadre.

Era una relación bastante cercana, en la que el galeno se convertía en consejero de gran número de familias, a quienes orientaba en el cuidado de su salud y de su vida familiar. Por ello aquella denominación de “mi médico de cabecera”.

Desde hace unas décadas para acá, porque sí, ya van más de dos décadas de ello, la relación médico-paciente ha sufrido una ruptura que ha ido creciendo con el paso de los años. Ya se perdió la categoría de médico de cabecera y quedan pocos vestigios del médico consejero. Ya no es el aliado de sus pacientes, de las familias; ahora es un sujeto distante, un desconocido a quien le tocó el turno de atender a las personas. Y en ocasiones, no pocas, se ha convertido en su contraparte.

Las nuevas exigencias que le ha impuesto el sistema de salud al médico, le dan poco tiempo para establecer una relación cercana con su paciente y menos aún con la familia de los mismos. Los asuntos administrativos que ahora le toca atender al médico lo dejan con pocas posibilidades de conocer más a sus pacientes.

Ya no tiene una auxiliar que le apoye y menos aún una secretaria.  Ahora debe gritar desde su escritorio el nombre del paciente que debe seguir o apoyarse en el paciente atendido para que llame a quien sigue en turno. Se concentra muchas veces en el computador que tiene para diligenciar las historia clínicas, y cuando es poco hábil, el paciente siente que no le presta atención. Alguien comentaba en una ocasión que el médico que lo atendió estaba tan concentrado en el equipo de cómputo, que cuando terminó de interrogarlo, le dijo al galeno: “Ya atendió al computador, cuándo me atenderá a mí?”. 

Estos asuntos anotados y otros más, han llevado a una deshumanización progresiva de la atención médica, la cual debe empezar a resolverse. Se hace necesario que los pacientes empiecen a recuperar confianza en los médicos, que los miren como sus aliados en la solución de los problemas de salud que los aquejan. Esta es una tarea en la que deben intervenir diferentes actores, el sistema tiene que brindar al médico mejores condiciones laborales para que ejerza con tranquilidad y dedique más tiempo al paciente y menos a los asuntos administrativos.

Si bien el médico debe entregarse más a sus pacientes, la ciudadanía debe volver a verlo como ese ser humano y profesional que se formó para ayudar con el alivio de los problemas de salud.  Es hora de volver al médico consejero, se hace necesario recuperar al médico de cabecera.