La degradación del medio ambiente tiene efectos nocivos para la salud del ser humano, reduce la productividad económica y lleva a la reducción de los valores de esparcimiento[1]. Con respecto a estos últimos, podemos decir que una vista hermosa o un vecindario limpio mejora la calidad de vida de las personas. Investigadores desde el siglo XIX han descrito los beneficios de un ambiente sano para la salud física y mental de la población: Frederick Law Olmsted observó que experimentando y simplemente mirando la naturaleza, se reduce el estrés de la vida urbana diaria.
Los parques y los jardines han sido destacados largamente por su efecto restaurador sobre la salud mental y física. Otros investigadores demostraron que la presencia de árboles cerca a las casas está asociada con disminución de los niveles de violencia doméstica. Además se ha asociado la visión por la ventana hacía la vegetación antes que tierra y pavimento con un incremento de la función cognitiva en niños de bajos ingresos[2].
Las enfermedades diarreicas, respiratorias, las transmitidas por vectores, entre otras, están asociadas a la calidad del agua, el aire y el suelo. Los asentamientos humanos en lugares de alto riesgo aumentan la vulnerabilidad de la población ante los fenómenos naturales y los convierte en víctimas de inundaciones en épocas de lluvias, tal como ha ocurrido en varias oportunidades en el territorio nacional.
Proteger el medio ambiente es una tarea de tod@s.
[1] Banco Mundial, Informe sobre el desarrollo mundial, 1992, Desarrollo y medio ambiente, Banco Mundial, Washington,D.C. 1992.
[2] Jackson, Laura. The relationship of urban design to human health and condition. Disponible en: http://urban.csuohio.edu/~2427076/papers/LUP2000_2007/lUP2003_the%20relationship%20of%20urban%20design_human%20health.pdf.
No hay comentarios:
Publicar un comentario