domingo, 22 de mayo de 2011
La actitud depredadora del hombre.
Un video para reflexionar sobre la actitud del hombre frente a la naturaleza
La Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y Desarrollo, reunida en la primera mitad de la década de los ochenta del siglo pasado consideró en su momento que, muchos de los ejemplos de desarrollo conducían a un incremento del empobrecimiento y a una mayor degradación del medio ambiente. Por ello, en su informe Nuestro futuro común, también conocido como el Informe Brundtland, acuña y difunde la expresión "desarrollo sostenible", que definió como "aquel que garantiza las necesidades del presente sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades". Para alcanzar tan loable objetivo, la Comisión se dirige a todos los países del mundo, desarrollados o en vías de desarrollo, a sus gobiernos, organizaciones y a la población en general, con el propósito de que se comprometan con esta concepción del desarrollo.
De otro lado, el Banco Mundial en el Informe sobre el Desarrollo Mundial 1992 - Desarrollo y medio ambiente-, en uno de sus apartes, anota: "Un proceso de desarrollo satisfactorio inevitablemente supondrá cierto grado de desbroce de tierras, perforación de pozos de petróleo, construcción de presas en los ríos y avenamiento de pantanos", dejando así una ventana abierta a la actitud depredadora de grandes empresas que, en búsqueda del crecimiento de su productividad, de sus ganancias, ponen en riesgo la sostenibilidad del planeta.
Si observamos el video, vale preguntarnos: en cuánto tiempo se recuperará un bosque de árboles que es arrasado en pocos minutos?
Como bien dicen los promotores del Movimiento Slow, los movimientos del hombre y la naturaleza son mucho más lentos que los de la tecnología, de tal forma que no somos capaces de reponer de manera oportuna lo que tomamos de la naturaleza para "tener más", sin que eso signifique "ser más", mejorar nuestra calidad de vida.
En la medida que el tiempo transcurre, el hombre está más subordinado a la tecnología, ha sido apresado por su propia creatividad y oprimido por la inmediatez; dejándole poco al crecimiento personal, a ser más sensible, definitivamente, a ser más humano.
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